A los principios del siglo XX, el cine alemán tenía una reputación internacional muy buena. Especialmente los años 1920 del siglo pasado fueron una época dorada para el cine alemán. Con películas como “Nosferatu” (1922) de Friedrich Wilhelm Murnau o “Metropolis” (1927) de Fritz Lang, los directores alemanes sentaban nuevas bases en el mundo del cine y se podía contarles a la “avantgarde” de los realizadores de su tiempo. Otra época destacada, a parte de los años 20, que ha acunado el cine alemán contemporáneo fueron los años entre los finales de los años 1970 y 1982. Las películas y obras de esa época están agrupadas bajo el nombre “Neues Deutsches Kino” (“Nuevo cine alemán”). Los directores principales de ese tiempo son unos de los más prestigiosos que el cine alemán ha producido. Nombres como Wenders, Schlöndorff o Fassbinder son un sinónimo internacional para películas con un valor artístico muy alto. El Oscar a la mejor película extranjera para “Die Blechtrommel” de Volker Schlöndorff en 1980 marca el comienzo de esa época corta pero muy exitosa en la historia del cine alemán. Después de unos años fenomenales para el cine alemán que han sido marcados con algo que, retrospectivamente, se llama el “Preisregen” (“lluvia de premios”), la muerte de Rainer Werner Fassbinder marcó el cierre de esa época. Siguieron unos 15 “años oscuros”, en los que casi no se notaba la existencia del cine alemán a nivel internacional. Michael Althen, uno de los críticos alemanes de cine más afamados, opina que durante ese tiempo el cine alemán no ha producido ni una sola película que permitiese el desarrollo del cine alemán y que fuera reconocido internacionalmente. Según su parecer, la película “Lola rennt” de Tom Tykwer de 1998 ha terminado con esa época. “Después de “Lola rennt”, Alemania apareció de nuevo en la panorama de cine internacional, de la cual había desaparecido después de la muerte de Fassbinder.” dice Althen. En los años siguientes, películas del cine alemán contemporáneo como “Good Bye Lenin”, “Nirgendwo in Afrika”, “Gegen die Wand” o “Das Leben der Anderen”, para nombrar solo unas pocas, “han creado imágenes que se fijaron tanto en las cabezas de los alemanes como en las cabezas del público internacional.” Los críticos están mayoritariamente de acuerdo con la opinión que desde los finales de los años 1990 hasta hoy el cine alemán contemporáneo ha experimentado algo como un “Boom”. De nuevo, las películas y directores alemanes ganan premios en Cannes, Venecia, Berlín y Los Ángeles.
Si se contempla el desarrollo del cine alemán moderno, destaca que temáticamente las películas se encuentran más o menos entre la reunificación (de Alemania) y la migración. Ahora, como antes, hay películas que tratan del pasado alemán, especialmente del “tercer Reich” y la RDA. Aparte de un numeró grande de películas en el cine y en televisón, que quieren mostrar como fue la Alemania Nazi y “despachar” los acontecimientos históricos de esta época, hay algo en el cine alemán contemporáneo que en Alemania se llama “Ostalgie”. Esto se refiere al hecho de que muchas películas muestran una nostalgia en cuanto a los condiciones y circunstancias de la RDA.
Pero en los últimos años se puede notar que el público alemán, tanto los directores y los críticos, están un poco cansados de estos temas. Hay un sentimiento de que había suficiente enfrentamiento crítico con el pasado en el cine alemán y que es la hora para tratar cosas diferentes en las películas. Pero en justicia se tiene que decir, que en las películas alemanas un poco más “independent” o de tipo “arthouse” hay y había desde hace muchos años una variedad temática muy amplia. Son más las películas grandes, los “blockbusters” que se asocia con los temas como la RDA y el “tercer Reich”. E incluso esas películas han cambiado su enfoque temático recientemente. Desde hace algunos años, el cine alemán contemporáneo ha “descubierto” y forzado el tema de la migración y la Alemania como país multicultural. El representante más famoso e importante de esta “corriente”, si se quiere llamarlo así, es sin duda Fatih Akin, cuyas películas han acuñado el cine alemán de los últimos años en una medida grande.
Un hecho que a veces esta criticado por críticos alemanes o aficionados del cine, es que algunas instituciones en el extranjero, aparentemente, no se han dado cuenta de ese desarrollo o cambio. Dicen que especialmente la Academy que conceden los Oscars todavía prefiere las películas alemanes que tratan de temas que están consideradas como típico alemán: historias sobre la Alemania Nazi y la Segunda Guerra Mundial o la RDA. Películas como por ejemplo “Der Baader Meinhof Komplex”, que tratan también de acontecimientos históricos alemanes muy importantes, pero de aquellos que son desconocidos en gran parte o considerado como “menos alemán”, fueron nominado pero no han obtenido el premio. No obstante, se tiene que entender que lo especial de cada cine nacional es emplear “las peculiaridades culturales y sociales, los conflictos, las utopías y los rechazos que distinguen a este país.” opina Thomas Klingenmaier, crítico de cine del “Stuttgarter Zeitung”. Con esto de fondo, parece natural que temas como la Segunda Guerra Mundial o la RDA destacan en el cine alemán. Según Klingenmaier, la superación de la manera en la que se tratan temas como la herencia de la RAF, el intento de la RDA y la RFA a encontrarse con la integración de migrantes en una sociedad que se niega a entenderse como un país receptor de inmigrantes y la nueva pobreza en uno de los países más ricos del mundo, es algo que entre los intelectuales y críticos del cine en el extranjero está percibido como una de las fuerzas más grandes del cine alemán y algo que es admirado en el mundo profesional. “Se puede encontrar temas similares en cada país y por eso en las películas de cada país, pero la perfección alemana, la minuciosidad y la oscuridad parcial con la que los directores alemanes tratan estas temas es algo que fascina los intelectuales y aficionados del cine por todo el mundo”, dice el crítico.
Peter Rommel, productor de cine alemán y ex-jurado de la “Berlinale”, está convencido de que el éxito del cine alemán de los últimos años se debe al hecho de que los autores y directores han logrado de ocuparse con la historia alemana reciente de una manera seria y con una “lenguaje de cine” moderno. “El cine alemán contemporáneo ha ganado mucha autoestima en los últimos años y eso se nota también en las películas. Muchas películas alemanas tratan temas un poco “difíciles”, pero lo hacen en una manera muy personal y con un nivel artístico muy alto, para mí eso es una de las calidades del cine alemán más grande.” dice Rommel.
Aunque la mayoría de los profesionales y críticos en el ámbito del cine alemán están de acuerdo con la evaluación de que el desarrollo del cine alemán de la última década fue muy positivo, no hay un convenio en cuanto al futuro (del cine alemán). Dominik Graf, director alemán, opina en una entrevista con el periódico “Der Tagesspiegel” que el cine alemán del futuro necesita más películas “normales”, que tratan de cosas “banales” y cotidianas. En su opinión existe “un esfuerzo empollón de hacer películas particulares” en Alemania. “Es como si la gente hubiese estudiado los suplementos culturales, los “Feuilletons”, con atención y después ha decidido qué tipo de película quiere hacer para que los críticos lo quieran.” critica.
Otros, como Thomas Klingenmaier y Peter Rommel, lo ven de una manera menos crítica. Klingenmaier dice que ya no existe “un” cine alemán y que esa tendencia va a reforzarse en los años siguientes. Para él los antípodas: en un lado la película artística, que trata de cosas “serias” y en el otro lado las películas triviales que sirven para entretener las masas, ya no existen. “Hoy en día hay una variedad grande de corrientes temáticas y estilísticas y posiciones en el cine alemán y creo que lo va a diferenciarse más aún.” dice también Peter Rommel. Además opina Rommel que el cine alemán sólo puede continuar con ir adelante si hay una profesionalización continua. Sin duda la tendencia hacia cooperaciones internacionales, respectivamente la mejora y evolución técnica, son cosas que acuñarán el cine alemán del futuro tanto como el cine de otros países.